La corteza es la parte más nueva (evolutivamente) y
la más grande del cerebro. Es aquí donde ocurre la percepción, la
imaginación, el pensamiento, el juicio y la decisión
Es ante todo una delgada capa de materia gris –
normalmente de 6 neuronas de espesor, de hecho – por encima de una
amplia colección de vías de materia blanca. La delgada capa está
fuertemente circunvolucionada, por lo que si la extendieses, ocuparía
unos 2500 cm2. Esta capa incluye unos 10.000 millones de neuronas, con
cerca de 50 trillones de sinapsis.
Las circunvoluciones tienen “crestas” que se llaman
giros, y “valles” que se llaman surcos. Algunos surcos son bastante
pronunciados y largos, y se usan como límites convenidos entre las
cuatro áreas del cerebro llamados lóbulos .
La parte delantera más alejada se llama lóbulo
frontal. Este parece ser especialmente importante: este lóbulo es el
responsable de los movimientos voluntarios y la planificación y se
piensa que es el lóbulo más importante para la personalidad y la
inteligencia.
En la parte posterior del lóbulo frontal, a lo largo
del surco que lo separa del lóbulo parietal, existe un área llamada cortex
motor . En estudios con pacientes que estaba recibiendo
cirugía en el cerebro, la estimulación de áreas del cortex motor con
pequeñas descargas eléctricas causaba movimientos. Ha sido posible para
los investigadores realizar un mapa de nuestra cortex motora bastante
preciso. Las partes más bajas de la cortex motor, cercanas a las sienes,
controlan los músculos de la boca y la cara. Las partes de la cortex
motor cercanas a la parte superior de la cabeza controlan las piernas y
los pies.
Bajo los lóbulos frontales está el lóbulo
parietal (que en latín significa “pared”). Este incluye un área
llamada cortex somatosensorial, justo debajo del surco
que separa este lóbulo del lóbulo frontal. De nuevo, los médicos
estimularon los puntos de esta área encontrando que sus pacientes
describían sensaciones como si les tocasen en varias partes de su
cuerpo. Al igual que con la cortex motor, se puede trazar un mapa de la
cortex somatosensorial, con la boca y la cara cercana a las sienes y las
piernas y pies en la parte superior de la cabeza.
Junto a la cabeza está el lóbulo temporal (es el
término en Latín para “sienes”). El área especial del lóbulo temporal es
la cortex auditivo . Como su nombre indica, esta área
está íntimamente conectada con los oídos y especializada en el oído. Se
localiza cerca de las conexiones del lo lóbulo temporal con los lóbulos
parietal y frontal.
En la parte trasera de la cabeza está el lóbulo
occipital . En la parte trasera del lóbulo occipital está la
cortex visual , la cual recibe información desde los ojos y se
especializa, por supuesto, en la visión.
Las áreas de los lóbulos que no están
especializadas se llaman cortex de asociación . Además
de conectar las cortezas sensorial y motora, se piensa que esta es
también el lugar donde nuestros procesos de pensamiento ocurren y muchas
de nuestras memorias son finalmente almacenadas.
Los Hemisferios
Si miras al cerebro desde arriba, se hace
inmediatamente obvio que hay una división en dos desde adelante hacia
atrás. Hay, de hecho, dos hemisferios, como si tuviésemos dos cerebros
en nuestras cabezas en lugar de solo uno. Por supuesto, esas dos mitades
están íntimamente unidas por un arco de materia blanca llamado cuerpo
calloso.
De varias formas, los investigadores han
descubierto que las dos partes tienen alguna especialización. El
hemisferio izquierdo está relacionado con la parte derecha del cuerpo
(normalmente), y el hemisferio derecho está relacionado con la parte
izquierda del cuerpo. Además, es el hemisferio izquierdo el que
normalmente tiene el lenguaje, y parece ser el principal responsable de
sistemas similares como las matemáticas y la lógica. El hemisferio
derecho tiene más que ver con cosas como la orientación espacial, el
reconocimiento de caras, y la imagen corporal. También parece que
gobierna nuestra capacidad de apreciar el arte y la música.
Alguno de los trabajos más interesantes que se han
hecho relacionados con los dos hemisferios lo realizó Roger
Sperry . El trabajó con gente que había tenido a operación
bastante seria para controlar su epilepsia . Parece
que, en algunos casos, la epilepsia severa puede ser casi eliminada
seccionando el cuerpo calloso. En cierto sentido, esa gente realmente
tenía dos cerebros (o cortezas, para ser más exactos).
Por ejemplo, Sperry encontró que si ponía algo en
la mano derecha de una de estas personas después de su operación, ellos
podían decir lo que era. Pero si lo ponía en su mano izquierda, no
podían hacerlo. Esto es fácil de comprender: La sensación de un objeto
en la mano derecha va hasta el hemisferio izquierdo y, puesto que esta
es la zona del lenguaje, la persona podía decir lo que era. La sensación
de un cosa en la mano izquierda, sin embargo, iba hacia el hemisferio
derecho, el cual no puede hablar mucho.
Los ojos están conectados a los hemisferios de una
forma un poco complicada. La parte derecha de cada retina (la cual ve
las cosas a la izquierda del punto de fijación) va hacia el hemisferio
izquierdo. Lo que esto significa es que, si tienes a alguien con la
mirada fija en un punto de fijación y le muestras brevemente algo a la
izquierda, es el hemisferio derecho el que recibe la información. Si les
muestras algo a la derecha, es el hemisferio izquierdo el que recibe la
información.
Sperry proyectaba cosas en una pantalla y pedía a
los pacientes bien que dijesen lo que habían visto o bien que cogiesen
lo que habían visto con una mano u otra de una caja llena de cosas. Así,
si el mostraba una pelota en la parte izquierda de la pantalla y un
lápiz en la derecha, la persona podría decir “lápiz” (usando los centros
del lenguaje del hemisferio izquierdo) pero coger una pelota de la caja
con su mano izquierda (usando el hemisferio derecho).
Hay muchas anécdotas interesantes que vienen de su
investigación. Por ejemplo, resulta que, aunque el hemisferio izquierdo
tiene el lenguaje, es bastante malo para el dibujo. El hemisferio
derecho, que controla la mano izquierda, podría dibujar bastante bien.
El hacía que los pacientes realizaran pequeños
puzzles. Un hombre, intentando hacer el puzzle con su mano derecha, no
podía evitar que su mano izquierda intentara ayudarle.
Con una mujer joven, el proyectaba un dibujo de un
hombre desnudo en la parte derecha de la pantalla. Ella se ruborizó y
rió nerviosamente, pero cuando se le preguntó, no sabía decir por qué.
Por supuesto, solo el hemisferio derecho había visto el dibujo, mientras
que el hemisferio izquierdo no.
Afortunadamente para esa gente, esas situaciones no
suelen suceder en la vida diaria, por lo que no se sienten
terriblemente confundidos la mayor parte del tiempo. La mayoría de
nosotros, por supuesto, tenemos un cuerpo calloso intacto, y las dos
mitades de nuestros cerebros están en constante comunicación.
El Lenguaje
Por lo tanto, el lenguaje es predominantemente una
función del hemisferio izquierdo. Realmente, el hemisferio derecho tiene
un poco de lenguaje también: tiene una buena comprensión de insultos y
palabrotas. Además, si tienes daño cerebral en el hemisferio izquierdo
suficientemente temprano en la infancia, el hemisferio derecho se
apodera de la función del lenguaje. Y parece que hay algunas personas
que tienen el lenguaje en el lado derecho o incluso en ambos lados.
Es interesante considerar que los monos y gorilas
parecen ser sensibles a llamadas de su propia especie en el hemisferio
izquierdo: vuelven sus orejas derechas hacia el sonido. Incluso algunos
pájaros cantores, como los canarios, tienen especialización hemisférica.
Una de las cosas que se descubrieron más
tempranamente sobre el cerebro fueron los centros del lenguaje .
Uno de ellos es llamado el área de Broca , en nombre
del doctor que lo descubrió primero. Está localizada en la parte
inferior del lóbulo frontal izquierdo. Un paciente que haya tenido un
daño en esa área pierde la capacidad de hablar, lo que se llama afasia
de expresión .
Otro área es el área de Wernicke ,
la cual está cercana a l área de Broca pero en el lóbulo temporal,
justo al lado del cortex auditivo. Esta es donde entendemos el
significado del lenguaje, y un daño en esta área te llevaría a una afasia
de recepción, lo que significa que no serías capaz de entender
lo que se te esté diciendo.
Ocasionalmente, alguien tiene un daño en las
conexiones entre las áreas de Wernicke y Broca. Esto lleva a una afasia
de conducción . Algunas personas con este problema pueden
entender el lenguaje bastante bien, y pueden producirlo igualmente bien.
Pero no pueden repetir algo que acaban de oir.
Otro área importante es el giro angular,
justo por encima y debajo del área de Wernicke. Sirve como conexión
entre los centros del lenguaje y el cortex visual. Si este área es
dañada, la persona sufrirá de alexia (incapacidad para leer) y agrafia
(incapacidad para escribir).
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